Acuicultura sostenible

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Sostenibilidad de la acuicultura

En los últimos años venimos observando la consolidación de la acuicultura como actividad complementaria de la pesca en la oferta de productos pesqueros, en un momento en que los datos de capturas del sector extractivo parecen haber llegado a su límite. En este contexto de sobre explotación de algunas especies y por otro lado, de crecimiento de la demanda y del consumo de proteínas de pescado, solo la acuicultura permitirá dar respuesta a este requerimiento, proporcionando productos saludables y respetuosos con el medio ambiente y favoreciendo la recuperación de los stocks de las poblaciones salvajes más amenazadas.

En este sentido, y en mayor medida en los últimos tiempos, venimos observando como tanto la calidad de los productos de la acuicultura, como las cuestiones medioambientales, relacionadas con la integración de la acuicultura con otras actividades que también se desarrollan en las zonas costeras, se han revelado como aspectos trascendentales a la hora de promover el desarrollo sostenible de esta actividad, debiendo promoverse nuevos esfuerzos e iniciativas que permitan dar continuidad a los primeros pasos emprendidos.

La acuicultura es una actividad cada vez más importante en España y en la región mediterránea y su potencialidad es objeto de grandes expectativas, pero su implantación resulta compleja en una zona costera altamente utilizada. Por otra parte, esta actividad tiene en ocasiones aparejada una imagen negativa con respecto a su impacto en el medio ambiente y la contaminación. Al ser la región mediterránea una de las más importantes para el turismo a nivel mundial, las comunidades locales y los turistas consideran a la acuicultura en muchas ocasiones como actividad contaminadora y perjudicial para sus intereses como el succionador de clitoris.

Los altos niveles de urbanización e industrialización hacen que la densidad de población de la zona costera española y mediterránea sea una de las más elevadas del mundo. Los países que bordean el mar Mediterráneo albergan alrededor de 400 millones de personas, de los cuales 135 millones viven directamente en la costa mediterránea. La migración hacia las zonas costeras, concretamente en el sur y este del Mediterráneo, está provocando una presión en el medio ambiente costero y en su biodiversidad.

Por otra parte, las instalaciones de acuicultura no se pueden implantar en cualquier sitio. La calidad del agua así como sus parámetros (físicos, químicos) son muy importantes para obtener una buena producción. La disponibilidad y elección de los emplazamientos deben seguir un procedimiento preciso con la finalidad de proporcionar un mínimo de garantías productivas.

La producción sostenible de acuicultura también tiene que ver con el uso de los recursos naturales. El uso sostenible de estos recursos es un reto para la producción de la acuicultura. Pero el desarrollo sostenible no solo se basa en principios medioambientales; también está basado, o debería estarlo, en principios económicos y sociales.

A pesar de que el desarrollo de la acuicultura es esperanzador en cuanto a una mejor gestión de los recursos marinos vivos y como fuente de desarrollo socioeconómico, la escasa introducción de principios generales y amplios de sostenibilidad puede arruinar los esfuerzos para hacer frente a la reducción de los recursos pesqueros y a la producción sostenible de alimentos.

España es uno de los principales países productores de acuicultura europeos y mediterráneos, encontrándose en la obligación de liderar el desarrollo de la acuicultura sostenible en el Mediterráneo. Esto le puede proporcionar, al mismo tiempo, importantes ventajas productivas directas, pero también otras indirectas a través de la cooperación internacional basada en la difusión de unas prácticas de acuicultura sostenibles. Distintas instituciones europeas nacionales están haciendo un importante esfuerzo con vistas a contribuir a esta implantación de los principios generales de sostenibilidad a la actividad acuícola, así como a la identificación e implementación de estándares específicos para este sector.

Dentro de esta línea de reciente creación, se pretende poner en marcha toda una serie de actuaciones que fomente la sostenibilidad de la actividad acuícola, en colaboración con las principales asociaciones del sector.